Puede tener sentido tener una burbuja o núcleo o “pod” social (lo más pequeño posible) con gente en uno o dos hogares distintos al tuyo, siempre y cuando las personas que no viven contigo toman por lo menos las mismas precauciones que tú en tu casa.

Además, es importante:

  • que se queden en casa

  • que usen mascarillas en lugares públicos

  • que tengan bajo riesgo de complicaciones por el COVID-19 por condiciones preexistentes o por edades de algunos miembros del hogar

    • o que entiendan y se sientan cómodos con el riesgo adicional que crearía la burbuja

  • que no vean a otra gente fuera de la burbuja en persona

    • si es absolutamente necesario, que se vea a gente externa a la burbuja tomando medidas de distanciamiento físico de dos metros y en exteriores y con máscaras

  • que confíen todos en el criterio de los demás

  • que haya comunicación transparente y abierta a lo largo de la pandemia entre todos en la burbuja sobre situaciones, encuentros y desarrollos que puedan afectar la salud de los demás

  • que se agraden entre todos

  • que lleguen a un acuerdo entre todos sobre reglas básicas, expectativas, hábitos y precauciones compartidas

  • que cada cierto periodo de tiempo sigan reafirmando que quieren continuar el arreglo

Recuerda que

“El riesgo en la burbuja es tan alto como el del individuo que tenga el mayor riesgo de contraer el virus”

Para más detalles, ve el artículo Qué hacer y qué no hacer con las ‘burbujas de cuarentena’ del NYTimes.